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Economía circular: ventaja y alternativa para alcanzar una producción sostenible


La economía circular es un modelo de producción y consumo que tiene como objetivo aprovechar al máximo los recursos, para mantener un equilibrio en diversas esferas ya sean sociales, sectoriales, etc.

En Ecuador, el sector lácteo ha apostado por ejercer una producción responsable con la sociedad, que mantenga fortalecida a la economía y, sobre todo, sea respetuosa con el medioambiente aplicando prácticas sostenibles.

Sin duda, el sector productivo se ha transformado en un músculo dentro de la economía nacional, y sostiene el reto de estar a la vanguardia, trabajar con compromiso y consciencia.



Quito, febrero de 2023.- Se entiende por economía circular al modelo de producción y consumo que responde a un crecimiento mucho más sostenible en el tiempo en beneficio de nuestro entorno, la naturaleza, economía y la sociedad. Este modelo se apoya en tres principios: eliminar residuos y contaminación, prolongar la vida de productos a través del reciclaje o de la transformación de nuevos productos y regenerar sistemas naturales para alcanzar y mantener el equilibrio entre el progreso y la sostenibilidad.


La economía circular ofrece una serie de soluciones sistémicas a diversos retos como: la contaminación, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el incremento de desechos, entre otros desafíos. Además permite estimular el desarrollo económico, favorece la independencia de recursos naturales, y a su vez genera empleo sin comprometer al medioambiente.


Bajo este contexto, el sector lácteo se ha visto en la obligación de actuar en pro del cuidado del medioambiente y de aplicar prácticas responsables, sostenibles y sustentables. En 2019, el Centro de la Industria Láctea (CIL) se incorporó al Pacto por la Economía Circular cuyo objetivo es fomentar la colaboración y la coordinación entre los agentes económicos y sociales y las administraciones públicas, para hacer frente común a los retos medioambientales, económicos y tecnológicos.


Los pilares estratégicos de este Pacto son la educación ambiental y el diálogo entre sectores estratégicos para ejecutar consensos que motiven la producción sostenible, además de promover el uso responsable de recursos, a través de la gestión adecuada de desechos y agua, reducción de la emisión de gases de efecto de invernadero, mejoramiento del uso del suelo, garantías de cuidado animal y uso de herramientas tecnológicas.


Según la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE), las emisiones unitarias provocadas por el sector lácteo han disminuido un 11 % entre 2005 y 2015. De esta manera se entiende que las industrias lácteas han apostado por aplicar este modelo sostenible y, sobre todo, consciente dentro de sus actividades productoras. El reto aún persiste, pero el compromiso se mantiene para actuar con responsabilidad y dar paso a la innovación.

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