· La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir al menos 150 litros de leche por persona al año. Ecuador está muy por debajo de esta cifra.
· Estudios a escala mundial señalan que la adecuada ingesta de productos lácteos aporta significativamente a la calidad de vida de las personas.
La producción nacional de leche en Ecuador bordea los 5,5 millones de litros al día. De acuerdo con datos de la Federación Panamericana de Lechería (Fepale), los ecuatorianos ingieren cerca de 114 litros de leche anualmente, cifra que se ha mantenido a la baja, más aún en relación con lo establecido por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y en comparación con otros países de la región como Uruguay o Argentina, que han llegado a consumir más de 200 litros per cápita al año.
El bajo consumo de este alimento se da por diversos factores como la falta de educación nutricional, el desprestigio derivado de estudios sesgados y con poca participación científica, la informalidad del sector y la alta incidencia de la pobreza en zonas rurales en donde el índice de desnutrición crónica infantil es mucho más alto que en la zona urbana. Solo en la Sierra rural ecuatoriana el 27,7 % de niños sufre de esta condición.
Frente a esta situación, el Centro de la Industria Láctea (CIL Ecuador) cuenta con iniciativas para motivar a la ciudadanía, primero, a adquirir leche que provenga del sector formal, ya que cumple con todas las garantías para ofrecer un producto nutricional de calidad, inocuo y saludable; y, a su vez, a mantener un consumo adecuado de leche y sus derivados entre ellos el queso, el yogur o la mantequilla, pues contienen múltiples nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales que son indispensables para el correcto desenvolvimiento del cuerpo en las diferentes etapas de vida.
Del total de productos lácteos que cada persona consume en Ecuador, los porcentajes se manifiestan de la siguiente manera, según datos de Fepale:
· Queso: 15,6 % por persona.
· Yogur: 9,1 % por persona.
· Leche líquida: 50,3 % por persona.
· Leche en polvo: 12,7 % por persona.
· Otros (bebidas lácteas, evaporada, condensada…): 12,3 % por persona.
Durante la infancia y la adolescencia, la ingesta de leche ayuda a la formación y fortalecimiento de huesos y dientes gracias al calcio que posee, conserva la energía, mejora el metabolismo y recupera los músculos. Por otro lado, en la etapa de la adultez y vejez, favorece a la prevención de enfermedades como osteoporosis, presión arterial alta u obesidad. Y para las mujeres en estado de gestación es una gran aliada, ya que brinda todos los nutrientes esenciales que necesitan la madre y el ser humano que se está formando en su vientre. Además, la leche es un alimento que no puede faltar dentro de los programas de alimentación escolar y social, pues es un elemento clave para erradicar la desnutrición crónica.
En Ecuador, el sector lechero es un pilar de dinamismo económico y social ya que, además de garantizar la soberanía alimentaria de la población, aporta al desempeño socioeconómico nacional generando ingresos para más de 1,5 millones de personas que forman parte de la cadena productiva tanto directa como indirecta, y contribuyendo con un 6,4 % al PIB agropecuario y con cerca de un 0,6 % al PIB nacional, según cifras del Banco Central.
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