La Industria láctea ecuatoriana es responsable de generar al menos el 10 % de las plazas laborales en todo el país.
Además de su papel para el sostén económico, genera una serie de oportunidades para el desarrollo de las zonas de influencia en las que se encuentran los actores de la cadena láctea.
El trabajo de la industria láctea representa alrededor del 14 % del PIB Agroalimentario de todo el país.
La Cadena Láctea Ecuatoriana es fuente regular de ingresos y también es responsable de generar, directa o indirectamente, al menos un 10 % de las plazas laborales en todo el país. Además, proporcionan alimentos nutritivos, estabilidad financiera y diversifican los riesgos en la producción.
Por a su aporte de nutrientes esenciales como proteínas, minerales y vitaminas, la leche es el alimento más completo para el ser humano; así el desarrollo de la Cadena Láctea es indispensable para lograr crecimiento sostenible y equitativo con el fin de garantizar el crecimiento económico, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.
La importancia económica y social de la Cadena Láctea es cada vez mayor, pues al ser una de las más dinámicas dentro de la industria manufacturera, contribuye con alrededor del 1 % del total del Producto Interno Bruto (PIB), y representa el 5,4 % del Producto Interno Bruto Industrial (BCE).
Se estima que más de 1,2 millones de personas en Ecuador dependen de la producción, transporte, transformación y comercialización de leche y productos lácteos; así el sector lácteo proporciona alta tasa de empleo por unidad de producción de leche, pero aún tiene sistemas de producción con escaza incorporación tecnológica.
Por otro lado, el desarrollo del sector lechero aumenta la participación de las mujeres en las actividades generadoras de ingresos y en el proceso de cambio.
La influencia de la industria láctea en la economía nacional es evidente: 270 mil personas se dedican de manera directa a esta actividad. De esta cifra, el 60 % está integrado por pequeños y microproductores, es una actividad que depende en gran medida de la población campesina, genera producción y empleo, especialmente de tipo familiar.
El sector lácteo nacional tiene un gran potencial para exportar productos innovadores y con valor agregado, siempre que las condiciones internas permitan producir con altos estándares de calidad, productividad y competitividad.
Fuente: Alpina/CIL
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