● En Ecuador, el sector lechero, a través de los años, ha ido adquiriendo conocimiento técnico y especializado que le han permitido alcanzar calidad en sus productos, a fin de llegar a competir en mercados internacionales, beneficiando así a muchas familias que dependen de este sector.
● Según FEPALE, en Latinoamérica se producen alrededor de 80 mil millones de litros al año, lo que significa que la región aporta entre el 10 y 11 % de la producción mundial de leche.
● Estimaciones de Rabobank manifiestan que es probable que la producción mundial de leche aumente en general en 2023, aunque se espera una ligera disminución en la segunda mitad del año.
Quito, agosto de 2023.- A escala global la actividad lechera se ha denominado de vital importancia dentro de las sociedades, ya que es una fuente constante de ingresos económicos, genera empleo directo e indirecto, brinda alimentos saludables con alto valor biológico indispensables en la nutrición humana, garantiza la soberanía alimentaria y crea oportunidades de participación para las mujeres, además, trabaja para alcanzar competitividad y sostenibilidad.
En 2021, el consumo de leche se aproximó a los 358 millones de toneladas en todo el mundo, de los cuales más de la mitad se registró en Europa. Asimismo, en el viejo continente no solo se consume la mayor cantidad de productos lácteos, sino que también lidera las exportaciones de los mismos.
En Latinoamérica se registra un bajo nivel de consumo, frente a lo recomendado por la FAO, con un promedio de 134 litros por habitante por año —cabe señalar que el sector responde cerca de un 46 % del PIB agricultura de la región—. Y en Ecuador, específicamente, el consumo de leche aún es limitado, ya que en el territorio nacional se ingiere cerca de 94 litros de leche por habitante.
En ese sentido, uno de los retos y desafíos en que trabaja constantemente el sector es destacar la relevancia del consumo adecuado de lácteos y posicionar a este alimento como elemental para combatir la desnutrición crónica infantil, apoyar en el desarrollo de programas social y, sobre todo, reconocer su papel dentro de la esfera económica y social de los países.
Actualmente, el desarrollo del sector lácteo es paulatino, ya que busca mejorar la calidad de sus productos, establecer buenas prácticas de trabajo, promover el bienestar del ganado, cuidar el medioambiente, aumentar la eficacia de la cadena de valor, incrementar la competitividad, potenciar la formalidad y apostar por el uso de herramientas tecnológicas e innovación para alcanzar eficiencia, calidad y sostenibilidad.
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